Colombia elige: ¿fondo vs forma?3 min Lectura

El 19 de junio los colombianos sabremos si será TikTok la forma para que un outsider como el ingeniero bumangués le gane por tercera vez a Petro.

Como resultado del domingo no es sólo una flagrante derrota de la política tradicional, de los partidos, de los clanes electoreros, de las maquinarias. Es también el triunfo de la forma sobre el fondo, el triunfo del lenguaje claro y desabrochado sobre la retórica.

El triunfo del populismo de derecha, representado por el ingeniero Rodolfo Hernández quien en tono de papá furioso amenaza con meter en la cárcel a los corruptos, así sean parte de la élite, sobre el populismo de izquierda de Gustavo Petro, quien en su tercera campaña exhibe una retórica fluida en torno a los sueños de quienes esperan que el Estado les resuelva todas sus necesidades. Fue precisamente la primera, la ingeniosa estrategia que derivó en el sorpresivo repunte del ingeniero Rodolfo Hernández, un candidato que a lo largo de la campaña brilló por su ausencia en los debates y en la plaza pública.

En su afán por elegirse en la primera vuelta presidencial, Gustavo Petro tomó decisiones que paradójicamente terminaron proyectándolo como los políticos tradicionales que tanto ha criticado. Fue así como se tomó fotos con políticos tan desprestigiados como Roy Barreras y Armando Benedetti; se sentó con el empresariado al que amenazaba con expropiar, y hasta moderó su discurso. Cambió la forma, y también el fondo.

Entre tanto, a quien hoy llaman la versión criolla de Donald Trump perdió el miedo al ridículo y a los 77 años se convirtió en rey del TikTok. Fue a punta de redes sociales como logró derrotar al caudillismo tradicional en la primera vuelta, con un caudal electoral nada despreciable cercano a los 6 millones de votos. Fue con sentido del humor, sin tomarse demasiado en serio, y apelando a la cultura popular, que Hernández logró hacer lo que en el pasado hacían los políticos tradicionales en plaza pública: conectar emocionalmente con el electorado. Su fórmula ya fue probada con éxito: tiene el mismo asesor español que diseñó la novedosa campaña de redes sociales que llevó a Nayib Bukele a la Presidencia de El Salvador en 2019, también con un discurso anticorrupción.

Desde la campaña del 2018, Petro ha sido rey en Twitter, la plataforma favorita de académicos e intelectuales; un espacio para el análisis y las opiniones. Hernández en cambio pintó su propia cancha, al conquistar una red social para aquellos que no ven los debates de los medios tradicionales, ni leen documentos programáticos.

Previsiblemente de cara a la segunda vuelta no vendrán debates en torno a las ideas o los programas de gobierno, y tampoco competencia por cuál candidato llena más las plazas públicas. Del ingeniero se espera continuidad en sus intervenciones, en ocasiones cándidas y espontáneas, que lo convirtieron en estrella de TikTok. En contraste, Petro y sus seguidores se empeñarán en sacar al ingeniero de su zona de confort, de señalarlo como títere de la derecha, y de alertar frente al supuesto riesgo de que con el ingeniero el país daría un salto al vacío.

Petro afirma que la corrupción no se acabará a punta de frases de TikTok, cuestionando la profundidad de las propuestas de Rodolfo Hernández, pero el interrogante no es ese sino si con la forma, en apariencia superficial, el ingeniero logrará imponer una nueva narrativa electoral. El 19 de junio los colombianos sabremos si será TikTok la forma para que un outsider como el ingeniero bumangués le gane por tercera vez a Petro la carrera por la Casa de Nariño.

Escrito por:

ENTRADAS POPULARES